En el artículo anterior, (Claves para entender a tu gato, parte 1), vimos las señales auditivas y olfativas, mediante las cuales se comunican nuestros pequeños felinos.
Hoy hablaremos de las señales visuales en los gatos, suelen ser muy sutiles y muchas veces pasan desapercibidas ante nuestros ojos. Este tipo de lenguaje puede ser muy complejo y, para interpretarlo correctamente, debemos prestar atención, tanto a sus expresiones faciales como a sus posturas corporales.

3. Lenguaje visual

Gestos faciales:
– Las orejas de los gatos nos pueden transmitir mucha información. Cuando están erguidas o en movimiento, indican que tu gato está relajado o atento. Cuando las pliega, aplanándolas sobre su cabeza, nos indica miedo; en cambio cuando las gira hacia atrás, tu gato se siente enojado, incómodo o piensa atacar.
– En cuanto a los ojos, cuando los tiene bien abiertos, significa que está feliz o siente curiosidad, si fija la mirada, puede que esté a punto de cazar algo en forma de juego. Cuando mantiene sus ojos entreabiertos, pestañando lentamente nos indica que se siente confiado y relajado. Por otro lado, si tiene las pupilas dilatadas es señal de que tiene miedo y puede que ataque. Debemos recordar que los diámetros de las pupilas también cambian según la cantidad de luz del ambiente.
– Cuando sus bigotes se extienden hacia adelante, está mostrando interés y curiosidad por algo. Si los tiene hacia abajo y hacia atrás, puede significar miedo, enfado o malestar.

Cola:
– La cola erguida indica que tu gato está feliz, en estos casos puede mover la punta levemente. Por lo general, manifiestan esta postura cuando se acercan a saludar amigablemente. Si tiene los pelos de la cola erizados, puede que sienta miedo. Cuando tiene la cola baja y la mueve agitadamente de un lado a otro, expresa enojo o frustración.

Cuerpo:
– Cuando tu gato tiene la cabeza elevada y el cuerpo estirado, puede estar demostrando tanto confianza como agresión. Cuando tu gato agacha la cabeza, con la mirada hacia adelante, puede ser porque está disgustado o en actitud agresiva.
– El pelo erizado por la zona dorsal (espalda) y la cola, implica que se siente amenazado y puede atacar.
– La espalda arqueada indica dos emociones potentes: miedo y agresividad. Este es un tipo de agresividad defensiva. Coloquialmente se le conoce a esta postura como “el gato de Halloween”
– Un gato encogido o tenso, manifiesta miedo.
– Rodar sobre su espalda y exponer su abdomen, puede ser una postura amigable, pero no siempre quiere decir que esté pidiendo que le rasquen la barriga, a veces no toleran este contacto y nos agreden por intentarlo.

Por otra parte, las marcas que los gatos pueden realizar sobre las superficies, por ejemplo, con sus uñas, son otra forma de comunicación visual y es parte del marcaje territorial. Las áreas donde rascan, tienden a estar dentro de las rutas más comúnmente utilizadas en el interior de un territorio y representan un lugar valioso para ellos.


Para lograr entender correctamente a nuestro gato, debemos evaluarlo como un todo, fijarnos en sus posturas, gestos, sonidos, etc. Sin embargo, a pesar de todo lo que sabemos de ellos, aún nos queda mucho por aprender de estas maravillosas criaturas.

Recuerda en caso que notes comportamientos fuera de lo normal se recomienda una evaluación con un médico veterinario o con un etólogo clínico.

 

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