Los animales expresan distintos estados emocionales, de acuerdo a estímulos y situaciones que les causan felicidad, ansiedad, miedo, tristeza, enojo o frustración.

La ansiedad es una manifestación emocional caracterizada por una gran inquietud e inseguridad, que les genera malestar y, además, les puede provocar otros problemas de comportamiento.

Los humanos también nos vemos afectados por estas emociones. Cuando nos preguntamos si nuestro estado de ánimo puede afectar a nuestro entorno (incluyendo a los animales), estamos hablando de un fenómeno llamado contagio emocional. El reflejo de los estados de ánimo entre dos o más individuos, puede darse en distintas especies sociales, donde los individuos pasan gran parte del tiempo juntos. En muchos de estos casos, cada uno de ellos está continuamente expuesto a factores estresantes compartidos, los cuales podrían afectar de igual manera a los distintos integrantes del grupo.

Los animales de compañía y los humanos son especies sociales, que también comparten una relación interespecífica muy estrecha, como resultado de años de evolución en el vínculo. Debido a esto, no es raro que nuestros estados emocionales puedan afectarlos también a ellos.

Específicamente, la ansiedad la manifiestan a través de expresiones faciales, como, por ejemplo:
• Dilación pupilar
• Orejas aplanadas y hacia atrás, (cuando se acompaña de miedo) o bien erectas, (estado de hipervigilancia).
• Bostezos, lamidos de belfos y jadeos, en el caso de los perros
• Aumento en la frecuencia de orinar
• Acicalamiento excesivo (lamerse con alta frecuencia alguna zona del cuerpo)
• Aumento de saltos y deambular en distintas zonas del hogar
• Consumo de heces o de elementos no comestibles (pica)
• Alteraciones en el sueño y descanso
• Destrucción de objetos de la casa, tal como arañar puertas, muebles y murallas
• Vocalizaciones excesivas
• Alteraciones en la conducta alimentaria (disminuir o aumentar la ingesta de alimento).

Para ayudar a tu perro o gato a sobrellevar estados de ansiedad, es importante cubrir sus necesidades físicas y conductuales. Puedes proporcionarle motivaciones a través de:

• Actividad física adaptada a sus necesidades, a través de paseos frecuentes. Esta actividad lo mantendrá activo, y es una gran fuente de estímulos, como olores, sonidos, relaciones sociales, etc.
• Rutinas establecidas para lograr estabilidad.
• Reforzar el vínculo, pasando tiempo de calidad con tu perro o gato y manteniendo interacciones frecuentes y positivas, para generar confianza y seguridad.
• Estimulación mental, ofreciéndole juegos y actividades de entretenimiento que puedan realizar.
• Proporcionarle un lugar seguro donde resguardarse. En el caso de los gatos, puede ser en altura, o bien una caja o espacio donde se sientan protegidos.
• Uso de feromonas de apaciguamiento (Adaptil o Feliway Friends), estos productos son feromonas sintéticas que producen calma.

Es muy importante poder identificar las causas que puedan estar afectando su estado de ánimo y su bienestar. Ante cualquier cambio que observes en tu perro, lo primero es acudir a su médico veterinario de cabecera, para descartar causas orgánicas que puedan estar manifestando esta signología, y luego con un Médico Veterinario Etólogo Clínico.

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